DRAMA DE LA HISTORIA ARGENTINA
No hay dudas que el drama histórico es amplio , rico y complejo ; justamente por ello , numerosos historiadores , ensayistas y estudiosos , se ocuparon de abordarlo desde distintos paradigmas , enfoques y perspectivas . Creemos sin embargo , que una cuestión se mantine siempre vigente , nos referimos a la permanente tentación de construir una historia dogmática e inmutable , cual si fuera cosa juzgada.
Parecería que en nuestro país , la vieja escuela historiográfica fundada por Mitre y López , es decir , la versión canónica y liberal de la historia argentina , se reeditará hoy bajo otro signo pero con un mismo objeto : crear una historia oficial funcional a la ideología dominante en una determinada coyuntura política .
A nuestro juicio la historia debe ser permanentemente renovada y profundizada . Sin embargo , lejos de cualquier escepticismo o relativismo sostenemos que la verdad histórica debe perseguirse como un bien posible de alcanzar , al menos por aproximación , teniendo en cuenta además las legítimas interpretaciones que merezca el hecho histórico y los diferentes enfoques con las que se lo aborde. En este sentido es fundamental ajustarse siempre al método científico y sobre todotener bien presente aquello que sostenían los clásicos de que " la primera ley de la historia es no atreverse a mentir "; axioma habitualmente conculcado por aquellos que falsean u ocultan hechos inconvenientes a su ideología .
Una permanente revisión de nuestro pasado hecha con una perspectiva ciceroniana de la historia , es decir, concibiéndola como maestra de la vida , como un saber útil ligado a la política , permitiría a la sociedad en su totalidad contar con una herramienta que la dote de una mayor conciencia de su origen y de su destino histórico ; y por ende que le permita superar las permanentes crisis de diversa índole que la agobian.
Cabe aclarar aquí que reconocer a la historia su ligazón con la política , o sea su misión de contribuir al Bien Común , no es lo mismoque subordinarla a intereses ideológicos , personales o de partido.
Ahora bien, para evitar la tendencia a reproducir permanentemente una historia oficial " políticamente correcta " consideramos fundamental importancia crear circuitos culturales a contrapelo de aquellos que usufructúan de los apoyos oficiales , desde donde se determinan cuales son los núcleos que se deben abordar y cuales son las condiciones que se deben reunir para ser un profesional de la historia.
Hoy tenemos la impresión de que se nos impone una nueva historia oficial , esta vez de inspiración marxista , es decir dialéctica , economicista y clasista. De modo tal que aquel que no se enrole en esta escuela no estaría haciendo ciencia y por ende su destino sería apdecer el ostracismo y el desdén de los " historiadores consagrados ".
Obviamente que lo arriba dicho no implica negar la importancia de abordar una temática económica y social . Lo que afirmamos aquí es que descalificar a la historia política y suponer que solo tiene valor la historia escrita en clave económica ( como si la multicausalidad no existiere ) utilizando además el concepto de clase como herramienta única para la interpretación histórica ; es un obvio reduccionismo histórico a la vez que un prejuicio ideológico.
En nuestra perspectiva lo político , lo cultural y lo religioso tienen primacía sobre lo económico ; y la historia no se reduce a la economía así como lo social no se reduce a la descripción de las luchas de clases - un mal al que consideramos evitable - o a la de géneros , categoría esta que soslaya el orden natural.
Estamos convencidos que en el devenir histórico cuentan mas los hombres ejemplares que las estructuras o las masas ; las gestas nacionales que las luchas de clases ; las mentalidades que la pertenencia a un estrato social ; y en definitiva , el espíritu que la materia.
Nada más que una moda cultural , nacida al abrigo de una ideología decadente pero aun poderosa puede sostener lo contrario.
Edgardo Moreno
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