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LA VOZ NACIONALISTA

El caso del degenerado Corsi : zurdos, putos y negociados

El caso del degenerado Corsi : zurdos, putos y negociados

 La cola envenenada del escándalo que estalló al conocerse que el psicólogo Jorge Corsi integraba un grupo acusado de abuso de menores, finalmente golpeó al gobierno porteño. Esto ocurrió porque ahora se sabe que en el 2006 cuando se creó el Observatorio sobre Violencia de Género durante la gestión de Jorge Telerman, se propuso desde el Ministerio de Desarrollo Social al sospechado especialista como Director Honorario del ente.

El organismo creado por el decreto 1982/06, se proponía con el fin de actualizar y ordenar los datos estadísticos de casos de violencia contra mujeres, para comenzar a tomar dimensión de la magnitud de este problema. Además en sus talleres se promovían iniciativas de educación sexual con una perspectiva de género.

Si bien en un principio se propuso a Corsi como integrante del Comité Ejecutivo del flamante ente, finalmente fue recomendado para la Dirección Honoraria.

Sin embargo, jamás fue consolidado el Observatorio ya que nunca se nombraron los integrantes del mismo. Este fue uno de los indicios que abrió interrogantes cuando ya en la gestión macrista, recibieron en la Dirección General de la Mujer el pasado diciembre una nota firmada por Corsi, entre otros, donde se exigía el pago por una deuda por honorarios.  Este incidente fue consignado mediante una nota administrativa que formó el registro 2969/08, según puntualizaron fuentes oficiales a La Política Online.

Pero en este punto las cosas comienzan a complicarse. Al investigar el tema, las actuales autoridades descubrieron, según confirmaron las fuentes consultadas, que al no poder realizar pago alguno por inexistencia de las designaciones correspondientes, durante la anterior gestión la Dirección General de la Mujer decidió firmar un convenio en el 2007 con el Instituto Social y Político de la Mujer, presuntamente para poder canalizar los “pagos” a Corsi y su equipo.

Lubertino y la ONG


Fuentes del Ministerio de Desarrollo Social aseguraron a La Política Online que la mencionada ONG, que fue presidida por la titular del Inadi, María José Lubertino, habría sido el canal utilizado el año pasado para viabilizar los pagos al equipo que integraba el fallido observatorio.

“El equipo coordinado por Corsi supuestamente trabajaba ad honorem, pero luego nos enteramos que habían pensado en alguna manera de recibir honorarios a partir de una ONG”, reveló a La Política Online un legislador porteño.

Igualmente, el pago a una ONG no significa por sí solo una irregularidad. “Hay políticas en las cuales se pide en la aplicación, que haya un vínculo entre el Estado y las organizaciones no gubernamentales”, explicó a La Política Online la legisladora porteña de la Coalición Cívica, Diana Maffía.

Sin embargo, dicha operatoria para garantizarse el pago no se concretó formalmente, ya que el convenio nunca fue refrendado por el entonces ministro de Desarrollo Social de Jorge Telerman.

Esa sería la causa por la cual no se abonó la suma correspondiente a los proyectos que, según pudo saber este medio, corrían por el expediente 18772 del 2007 por casi $40.000 y por expediente 18776 del mismo año al anterior por una suma superior. “Esa era plata que estaba destinada a Corsi”, reveló a La Política Online una fuente del gobierno porteño.

Fuentes legislativas recuerdan que por este caso incluso se inició un reclamo en la Defensoría del Pueblo, por el no giro de fondos al Observatorio. Razón por la cual también la actual directora de la Mujer, Mercedes Boschi, “tuvo que soportar un reclamo por discriminación que elevó el INADI”, que preside Lubertino.

La Política Online intentó comunicarse en varias ocasiones con la titular del Inadi, pero colaboradores de Lubertino explicaron que no podía contestar los interrogantes de este medio sobre su rol en este episodio.

Irregularidades y escándalo


Sin embargo, el reclamo de pago que llevaría incluso la firma de Corsi fue rechazado porque según fuentes porteñas, dos de los integrantes del Observatorio, firmantes también de la nota, eran personal contratado en la citada Dirección General de la Mujer bajo la modalidad de empleo público que se conoce como decreto 948.

Un funcionario del área legal del Ministerio de Desarrollo Social porteño explicó a La Política Online que por su condición de empleados del gobierno, estas personas “no se encontraban legitimados para efectuar reclamo patrimonial alguno, ya que percibían su retribución mensual por las tareas que desarrollaban en esa Dirección General”.

Así las cosas, el tema pasó finalmente a la actual gestión y quedó a consideración de la flamante ministra de Desarrollo Social, María Eugenia Vidal. Fuentes de su cartera afirmaron a La Política Online que finalmente no se concretó ningún pago a Corsi y su equipo.

Quienes conocen la intimidad de esa cartera, comentaron a La Política Online que el 23 de julio pasado “estalló el pánico en el gobierno de la ciudad y la ministra (María Eugenia Vidal) llamó tres veces a la directora de la Mujer, Mercedes Boschi”. Ese día salió a la luz la presunta relación del controvertido psicólogo con una banda de abusadores de menores.

Más de un llamado habría recibido Boschi para saber si se había efectuado el pago a Corsi, hasta que al confirmarse que este no se había concretado la calma regresó al despacho de la ministra porteña.

El Observatorio en la nada

La titular de la Dirección General de la Mujer, Mercedes Boschi, fue citada a principios de año por la Legislatura para que informe porqué quedó en la nada el Observatorio de Género; y en esa ocasión también se la consultó sobre los pagos atrasados.

En diálogo con La Política Online, la legisladora Diana Maffía, quien formó parte de aquel requerimiento de información, negó que la indagatoria haya tenido que ver exclusivamente con la falta de pagos al equipo de Corsi.

“Mi pedido de informes tenía que ver en que una cosa es decir que un equipo no funciona y que no tiene un contrato apropiado y otra cosa es que se cierra el Observatorio”, explicó la legisladora de la Coalición Cívica, quien agregó que frente al escándalo “esto se desarticuló y no se propuso otra cosa a cambio”.

Más allá de las controvertidas contrataciones, el Observatorio fue desactivado ni bien asumida la gestión macrista porque según informaron en Desarrollo Social, “no se estaba de acuerdo en la manera de encarar las cosas”.

Frente a esto Maffía criticó la decisión oficial y subrayó la importancia del organismo. “Es entendible que cambien las personas en que depositen su confianza o los mecanismos de gobierno que consideren inapropiados, lo que no es entendible es que no haya Observatorio, que es una herramienta indispensable”, subrayó.

Además, la legisladora agregó que “lo que nos dijo la directora de la Mujer es que, por el primer semestre no iba a funcionar, que estaba suspendido, no que lo habían eliminado”.

Como sea, el Observatorio contra la Violencia de Género ya no cuenta con su página web en el sitio oficial del gobierno porteño, sigue inactivo y desde el Ministerio de Desarrollo Social afirman que la intención es volver a reactivarlo, pero reconocen que aún no hay fecha estimada. No sería la primera vez que una buena idea naufrague por coincidir con una mala designación.

 

             Ivan Middea para " www.lapoliticaonline.com "

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