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LA VOZ NACIONALISTA

OPINION

DERECHO A HUELGA EN LA CONSTITUCION DEL 49.

DERECHO A HUELGA EN LA CONSTITUCION DEL 49.

Por Alberto Buela

Con esto del discurso de Cristina Fernández cuando asumió como presidenta por segunda vez se han desatado de nuevo los demonios ocultos contra el peronismo. Así tanto por acción como por reacción las explicaciones no solo son falsas sino, cuando pretenden pasar por inteligentes, estultas.

No menos de una veintena de compañeros nos han  llamado para recordarnos que hemos sido desde hace años los primeros en marcar la diferencia entre la Constitución del 49 y el resto:  la del 56 y la del 94, en este aspecto. Y entonces estamos obligados, aun cuando creemos que la tarea es inútil, pues burro viejo no agarra trote, en ofrecer una explicación filosófica sobre el asunto. Y cuando decimos burro viejo nos referimos a los que la van de “intelectuales peronistas” que son, en realidad la expresión de lo que hemos denominado “la monserga peroniana”.

La presidenta afirmó: “lo digo por los que reivindican a Perón y nos critican a nosotros. Con nosotros el derecho a huelga existe, en la Constitución del 49, faltaba”. Con lo cual buscó “apretar” (en castellano extorsionar) a los sindicatos que no están conformes con un techo en el aumento de salarios cuando se discutan las próximas paritarias. Su razonamiento es simple: “Si la famosa Constitución de Perón no contemplaba el derecho a huelga y Uds. se dicen peronistas, porqué me quieren hacer huelga a mi, que sí me manejo con este derecho y en esto soy más que Perón.”.

La falacia del razonamiento es evidente: “Yo soy más peronista que Perón, porque contemplo el derecho a huelga y él no. Soy más democrática. Soy más inclusiva. Soy más progresista y menos reaccionaria”.

Las reacciones ante este razonamiento fueron de dos tipos: los que sostienen en forma abogadil que el derecho a huelga es un derecho implícito en la Constitución del 49(la monserga peroniana de los P. Vázquez) y los que sostienen que el derecho a huelga es un derecho natural y que no es necesario que lo sancione expresamente la Constitución (la izquierda peroniana de los De Genaro). Pero los dos razonamientos caen en aquello que sostiene la presidenta: la afirmación del derecho a huelga, y en eso, ni Sampay ni Perón estuvieron de acuerdo.

En una palabra, quieren defender a Perón defendiendo el derecho a huelga, cuando en realidad ni Perón ni Sampay se pusieron a defenderlo. Hace cosa de un mes participamos en el homenaje a Arturo Sampay (2011 es el año de su centenario) en el salón de los Pasos Perdidos invitados por Pino Solanas y, paradójicamente, éste defendió como Cristina y De Genaro el derecho a huelga, en contra de la tesis de Sampay-Perón. Claro está, en el fondo P. Solanas es también un socialdemócrata.

Para entender el razonamiento Perón-Sampay hay que ubicarse en el contexto histórico: inmediata post guerra mundial y la no existencia de los “derechos subjetivos”. Cuando se presenta la Constitución “justicialista”, es decir, que tiene por objeto la justicia social es impensable y contradictorio plantear en la misma Constitución objeciones a la “justicia social”, pues de ser así, esa justicia no sería tal.

Vuelvo a repetir el razonamiento de Perón-Sampay: Si postulamos una justicia social por ley no se puede plantear una objeción (la huelga) a tal justicia. Mutatis mutandi(cambiando lo que haya que cambiar) este es el mismo razonamiento por el cual los jueces no pueden hacer huelga. Pues, ¿cómo voy a sostener un sistema de justicia y al mismo tiempo ir contra ese sistema?

Claro está, nosotros estamos en 1949, todavía bajo el régimen del derecho objetivo. Pero esto desaparece poco tiempo después, pues por presión de los diferentes  lobbies internacionales: los judíos que pretenden establecer una equivalencia entre el holocausto y la crucifixión de Cristo, los gays que pretenden matrimonios para no tener hijos y los demócratas que pretenden una democracia sólo para ellos, el derecho objetivo es reemplazado paulatinamente por el derecho subjetivo. Eso se ve claramente en el asunto de los derechos humanos en donde los derechos sociales (derechos de segunda generación contemplados en la Constitución del 49) son abandonados y reemplazados por los derechos subjetivos o de tercera generación (matrimonio igualitario, aborto, reemplazo de la historia por la memoria, etc.).

Nadie hoy (nosotros incluidos) está en condiciones de defender “la no huelga”, pero casi nadie está en condiciones de entender el “por qué no”. Pablo Ramella, reconocido jurista a quien hemos tratado asiduamente, se opuso a “la no huelga” a lo que Sampay respondió: “doctor Ud. no cree totalmente en la revolución que proponemos. Además la ciencia jurídica es restitutiva  y un derecho al no trabajo como la huelga es equivalente a un derecho al no asesinato, esto es, un hierro de madera, un sin sentido.”


Cuando una buena peronista como Graciela Caamaño le retruca desde la banca a la presidente: Con Perón no había conflictos, no es cierto. Los hubo y si no la huelga de la Fraternidad (socialistas) que desarmó Evita. Lo que no se permitió el régimen del primer peronismo fue plantear la contradicción en el seno de su propuesta, pues ésta intentó tener el valor de lo universal y necesario, válida para todo tiempo y lugar.

De modo tal que tanto Cristina, de Genaro, Pino Solanas y tantísimos otros no han comprendido la ciencia de la hermenéutica según la cual los hechos y las acciones de los hombres se deben juzgar y justipreciar en su contexto histórico. (tendrían que leer, por lo menos, a Gadamer).

Hoy que todo es relativo, que nada es absoluto, que “da lo mismo un burro (P.Vázquez o de Genaro) que un gran profesor”, hacer entender estas sutilezas filosóficas es más difícil que miccionar en un frasquito. En definitiva, nadie puede dar lo que no tiene.

Post Scriptum: Del artículo de Feinmann, el pensador oficioso del kirchnerismo, en Página 12, no nos ocupamos porque es gastar pólvora en chimangos. Su razonamiento es muy pobre y se sale por la tangente pues no se ocupa del derecho a huelga, como titula su artículo, sino en sostener que hubieron los artículos 38, 39 y 40 modelos del constitucionalismo social. ¡ Chocolate por la noticia!. Es uno más de los que no entendieron nada. Que defiende el derecho a huelga como ley positiva en un contexto de justicia social (el del 49) sin percatarse que eso es imposible de pensarse en esa situación, a no ser que uno (Perón-Sampay, sus voceros) entren en plena contradicción. 

EL ORDEN CRIOLLO

Por Alberto Buela

Lo primero que plantea tan arduo tema es responder a la pregunta ¿desde dónde vamos a hablar del orden criollo?. Y respondemos, desde la tradición nacional argentina e hispanoamericana.

 a) Y esta tradición tiene un origen fáctico, de hecho, en los setenta y dos yeguarizos que trae Pedro de Mendoza a Buenos Aires en 1536, donde los pocos que quedaron, algunos murieron y otros se los comieron durante esa terrible hambruna porteña de cinco años que duró la aventura mendozina. Ordenada la despoblación de la primer Buenos Aires por Irala y desobedeciendo sus órdenes de degüello fueron largados a campo y se reprodujeron libremente durante cuarenta años, llegando a la cifra estimada de setecientos mil.

De modo tal que la base fáctica, el hecho bruto y concreto del orden criollo es la cultura del caballo y todo aquello que la rodea.

b) La tradición política del orden criollo la hallamos primero en Juan de Garay, hombre ejemplar si los hubo, más americano que español pues llegó a América a los trece años, fundó Buenos Aires y cofundó Santa Cruz de la Sierra junto a Ñuflo de Chávez y gobernó Asunción del Paraguay,  luego en Hernandarias, después en el letrado del siglo XVII Juan Solórzano Pereira, gobernador de Huancavelica, nuestros próceres y gobernadores criollos del período de la Independencia como San Martín y Güemes, Rosas luego, y ya en el siglo XX Roque Sáenz Peña, algo en Irigoyen y finalmente Perón, con sus luces y sombras. (estos gobiernos de corte criollo y nacional se reproducen en mayor o menor medida en toda Nuestra América. No es acá el lugar para enumerarlos).

c) La tradición cultural del orden criollo se funda en el poema épico por excelencia de la ecúmene hispanoamericana: el Martín Fierro, que tiene un antecedente ilustre en la primera parte del Facundo, como primer estudio sociológico descriptivo de la realidad argentina a mediados del siglo XIX, y tiene sus consecuentes en trabajos como La Tradición Nacional de Joaquín V. González, quien incorpora la cultura motañesa. En torno al criollismo de Ernesto Quesada, que se completa con El Payador de Lugones, serie de conferencias en el teatro Odeón a las que asiste el entonces presidente Roque Sáenz Peña y su ministro del interior Indalecio Gómez.

Vista a vuelo de pájaro la tradición nacional en sus tres dimensiones: fáctica, política y cultural, cabe ahora preguntarse ¿qué es una tradición y una tradición nacional?

La tradición debe entenderse no como el traspaso de cosas de una generación a otra, de padres a hijos o de abuelos a nietos. No. La tradición es sólo y exclusivamente, la transmisión de las cosas valiosas de una generación a otra. Es decir, aquellas cosas que tienen insertas un valor que por ello se pasan de denominarse bienes. Así, un bien es una cosa que lleva inserta un valor. Esto es lo que constituye el meollo de una tradición: la transmisión de valores encarnados en las cosas y no simplemente “la declamación de los valores” al modo libresco o pedagógico.

En cuanto a lo nacional, concepto que viene de nación y cuya raíz es el verbo latino nasco que significa nacer, es un proyecto político-cultural que un pueblo determinado busca darse en la historia del mundo. Lo nacional significa primero el lugar donde se nace, es algo vinculado a la tierra, de allí proviene el término nación, que en esta primera aproximación se limita al país, que viene del paisaje, lugar donde habitan los paisanos, quiere indicar el genius loci que nos rodea al caer a la existencia en este mundo cada uno de nosotros. Pero no acaba allí la idea de nación y nacional sino que se extiende a aquello que pretendemos ser y hacer los paisanos como pueblo en la historia de mundo.

De modo tal que la tradición nacional reclama para existir, alternativamente,  estos dos elementos: país y proyecto, historia y futuro.

Plateadas así las cosas podemos entrar ahora en el tema de esta meditación, el del orden criollo.

Este fue el orden que se dio fácticamente con la cultura del caballo, que se dio políticamente con los gobiernos que privilegiaron y defendieron lo nuestro y que se dio culturalmente cuando pensamos con cabeza propia.

Antes que nada debemos prevenirnos y afirmar que, el Don Segundo y toda su comercialización arequera,(el gaucho visto con los ojos del hijo del patrón, Doll dixit), el Santos Vega, leyenda mitómana para profesores de literatura, el Fausto formado por palabras gauchas y conceptos vacíos(criollada de gringo fanfarrón, que anda jineteando la yegua de su jardinera, Lugones dixit) y el floklorismo de gauchos de tienda que nada tiene que ver con lo criollo. Todo ello es un remedo, una mala copia.

El orden criollo implica la existencia de una cosmovisión, es decir, una visión totalizadora, hoy se dice holística, del hombre el mundo y sus problemas expresada en el estilo de nuestros hombres de campo o del hombre de ciudad que siente el campo.

Y acá viene y hay que hacer una distinción fundamental entre lo gaucho y lo criollo. Distinción que hiciera Juan Carlos Neyra en un impecable, breve y profundo ensayo. El gaucho y lo gaucho término peyorativo hasta que lo recuperan San Martín y Güemes y es bueno que se recuerde y se lo recuerde desde acá, desde la Quiaca, implica una forma de vivir que necesariamente se da en el campo, en donde el gaucho muestra todas sus habilidades camperas, todas sus pilchas como en esta fiesta, todas sus destrezas en juegos como el pato, la taba, la sortija y en danzas como el triunfo, el gato, la zamba, la cueca, la chacarera o el chamamé. En donde los silencios tienen sus sonidos y los trabajos sus tiempos en un madurar con las cosas, tan propio del tiempo americano.

¿Y lo criollo entonces?. Criollo es aquel que interpreta al gaucho y lo criollo es un modo de sentir, una aproximación afectiva a lo gaucho. Es por  eso que lo gaucho es necesariamente criollo pero un criollo puede no ser gaucho. De allí que esos viejos camperos de antes decían: Nunca digas que sos gaucho, que los otros lo digan de vos.

Así, se pudo acertadamente escribir: Si gaucho es una forma de vivir, criollo es una forma de sentir” 

Y esta distinción se ve claramente en la estrofa del poema nacional que dice:

 

Tiene el gaucho que aguantar 

 Hasta que lo trague el hoyo, 

O hasta que venga un criollo 
En esta tierra a mandar.

 

Estrofa que muestra en forma evidente como el gaucho es quien sufre, quien padece un modo de vida, en este caso en la época posterior a Rosas, de explotación e injusticias, y las esperanzas están puestas en un criollo, el aquel que siente lo gaucho, que interpreta cabalmente lo gaucho y que pueda llegar a mandar, a gobernar.

De modo tal que el orden criollo nace de la interpretación más acabada de aquello que la Argentina dio al mundo de más genuino: el gaucho. Y que en Nuestra América se llamó hueso en Chile, montubio en Ecuador, cholo en Perú, camba en Santa Cruz, coya en La Paz, gaúcho en el sur de Brasil, borinqueño en Puerto Rico, ladino en Guatemala, llanero en Colombia y Venezuela, charro en México.

Pero avancemos un poco más y pasemos con nuestro aporte del plano descriptivo al plano metafísico-axiológico. Lo criollo al significar antes que nada y sobre todo una cosmovisión está indicando la conjunción de dos elementos: valores y vivencias. Así, desde Max Scheler y Nicolai Hartmann sabemos que los valores se captan a través de un a priori emocional, se captan por vía emotiva o sentimental, instrumento que, como dijimos, se accede a lo gaucho. Pero lo criollo nos exige además vivencias, es decir, experiencias existenciales, no es algo libresco o estudiado (como pasa con los pseudogauchos de tienda) sino que hay que haberlo asumido vitalmente.

Nosotros afirmamos que si bien es indudable que se ha producido paulatinamente con el surgimiento de la sociedad industrial y de consumo la desaparición de lo criollo bajo la forma del gaucho, el llanero, el montubio, el charro, o el huaso, ello no nos permite, de ninguna manera, afirmar la desaparición de los valores que alentaron a este tipo de hombre. Lo gaucho es la forma en donde se plasmó de mejor manera lo criollo, pero lo criollo es el fondo, es el núcleo aglutinado de valores que le da sentido a lo gaucho. En una palabra, que desaparezca la forma, en tanto que apariencia,(hoy los centros tradicionalistas son solo apariencia de lo gaucho) no nos autoriza a colegir que murió su contenido; esto es, el alma gaucha, o sea, la expresión más propia de lo criollo.  Muy por el contrario, lo que se tiene que intentar es plasmar bajo nuevas apariencias o empaques los valores que sustentaron a este arquetipo de hombre, como lo son: a) el sentido de la libertad, b) el valor de la palabra empeñada, c) el sentido de jerarquía y d) la preferencia de sí mismo. No existe ningún pensador nacional iberoamericano, más allá de las disímiles posiciones políticas, que no sostenga estos cuatro principios fundamentales del alma hispanoamericana.

Así el orden criollo nace a partir de allí y es expresión política y cultural de esa esencia propia y específicamente nuestra, esto es, de la ecúmene, de esta gran casa que es América, que como lo hóspito nos recibe, nos hospeda a todos nosotros (aborígenes, gauchos y gringos) que desde lo inhóspito hemos llegado a América buscando la posibilidad de ser plenamente hombres.

 Acá la primacía no se obtiene por la antigüedad, como nos quieren hacer creer hoy en día las voces publicitadas del indigenismo, acá la primacía la tiene aquel que llevó a su mayor perfección la forma de ser americano y este fue el criollo como producto de ese abrazo fenomenal, tanto en la lucha como en el lecho, que se produjo a partir de 1492. En donde Europa y América dejaron de ser lo que eran y habían sido hasta entonces para ser otra cosa distinta, diferente, nueva y no vista nunca antes: Y aquí  en América surgimos nosotros, “ni tan español ni tan indio”, el mundo criollo y su orden, que llegó a su plenitud cuando cuajó un arquetipo humano que en Argentina fue el gaucho. Y que fue descripto acabadamente por texto por el Facundo, el Martín Fierro, La Tradición Nacional, el Payador o Romances de Río Seco. Y que llegó a su plenitud política cuando fue bien interpretado por hombres como San Martín, Güemes, Rosas, Sáenz Peña, Yrigoyen y Perón.

 

FILOSOFIA DEL EXTERMINIO

Por Javier Cornejo

 

En 1798 apareció el Ensayo sobre un principio de la población, obra de Thomas Malthus quien a la exuberancia de la población opuso la falta de alimentos y la avaricia de la naturaleza. Consideró que se trataba de un proceso dinámico: la relación entre dos variables, la del crecimiento de la población, en progresión geométrica, y la de los recursos, en progresión aritmética. Planteó un ajuste inevitable: la lucha por la existencia como un dato fundamental de la materia viviente, incluido el hombre.

La naturaleza procede a la eliminación de los supernumerarios por medio de un exterminio implacable. El hombre padece las leyes que rigen la naturaleza. La expansión de su raza será bloqueada por la eliminación: el aumento de mortalidad. La desaparición prematura de los sujetos más débiles, epidemias, guerras y hambrunas. Presenta el hambre como el último recurso de la naturaleza para lograr el equilibrio.

Malthus ubicó a la especie humana dentro del vasto sistema de los seres vivientes. La integró con los demás organismos y no le reconoció ninguna posición privilegiada en el universo. Formuló la noción de población máxima: aquella que por el juego de la multiplicación natural alcanza el más alto nivel permitido por los recursos del medio ambiente.(1)

Darwin se opuso a la teología natural en el cual el Creador constituyo la naturaleza según las necesidades del hombre y a partir de la tesis de Malthus formulo la hipótesis de la lucha por la existencia e introdujo en ulteriores ediciones de El origen de las especies, la frase de Herbert Spencer, "la supervivencia de los mas aptos", para ilustrar la idea de la selección natural.

El inglés Herbert Spencer creía que los seres humanos se hallaban en constante competencia entre si y que los mas débiles resultaban inevitablemente derrotados. Afirmaba que ello era la consecuencia lógica del progreso de la evolución. En 1884 llegó a sostener que era mejor exterminar a los desocupados o a quienes se convirtieran en una carga para la sociedad antes de que llegasen a ser objeto de ayuda social o caridad. Esta tesis de Spencer se puede refutar con ejemplos históricos. De hecho, la historia de la civilización muestra, más bien, el triunfo lento, pero seguro, de la cooperación social en la agricultura y en la industria sobre el individualismo agresivo de los cazadores y nómadas. No obstante, el pensamiento spenceriano influyó en la historia. Posibilitó, además, que los nacionalistas y militaristas hablaran de la bondad de la guerras durante las décadas que precedieron a la Primera Guerra Mundial, en cuanto era capaz de asegurar la supervivencia de los más aptos.

Como suele suceder con las teorías de gran trascendencia y poder explicativo el evolucionismo fue mas allá del campo estrictamente biológico. Se proyecto hacia el terreno de lo social, lo político y lo económico. Sucedió que ciertos filósofos sociales, y ciertos publicistas no científicos del evolucionismo, pensaron que la esencia de la selección natural podía sintetizarse con frases como "lucha por la existencia", "supervivencia del más apto" o "eliminación del inepto". Es fácil imaginar los excesos que puede llegar a justificar este tipo de aseveraciones si se las traslada al medio social.

Por otra parte el excesivo énfasis puesto sobre la lucha por la existencia condujo a que el pensamiento popular identificara a menudo ésta con la evolución misma. Se creyó que la evolución demostraba una crueldad esencial de la naturaleza. A algunos no les parecieron inadecuadas frases como "el poder es el derecho", "cada hombre para si mismo", "la ley de la jungla", como expresiones de ética tan dudosa en sus valores intrínsecos como en su correspondencia con la teoría de la evolución.

Eduardo L. Holmberg (1852-1937) concebía un mundo integrado por el naturalismo, el evolucionismo universal y el transformismo darwinista. Las clases dirigentes argentinas de la época compartían en general esta cosmovisión. A partir de ella se fundamentaba y fortalecía la idea de progreso. Esta idea era fuertemente defendida por los científicos y políticos. Holmberg es un claro ejemplo de la ascendencia de una teoría científica puede tener sobre los demás sectores de una cultura. En este caso se llegaba a justificar los crímenes en nombre del evolucionismo. En un discurso en homenaje a Darwin, en 1952 dice Holmberg:"Acabamos con los indios porque la ley de Malthus esta por encima de nuestras opiniones individuales".(2)

En nuestro país, a principios del siglo XX, toda la realidad social era explicada desde este tipo de ideas. Juan B. Justo fue uno de los pocos argentinos contrario a esta posición, alertó sobre el abuso que significaba interpretar la sociedad humana como un organismo biológico y denuncio los racismos encubiertos de una teoría que propone la superioridad innata de algunos individuos. Lamentablemente  estas ideas prosiguieron por diferentes corrientes de pensamientos denominadas neopositivistas, racionalistas, empiristas lógicos... etc.(3)

En 1974 el informe de seguridad 200 de Sir Henry Kissinger actualiza los conceptos malthusianos y su objetivo es promover los medios abortivos en los países del tercer mundo como un punto esencial de los intereses norteamericanos en el mundo, disfrutando así de los beneficios la herencia malthusiana: somos menos para repartir lo poco que va a quedar. Si tomamos en cuenta estos conceptos podríamos explicar las innumerables guerras de las nación mas poderosa de la tierra  mas allá de los justificativos coyunturales, existe un objetivo económico y político destinado a que unos pocos disfruten de los recursos de todos los países del mundo.

Este plan de genocidio aplicado a nuestro país en virtud de las propuestas de Sir Henry Kissinger se cumple a rajatabla hasta este año 2011 y los que vendrán. Consideración de la que será objeto en Filosofía del Exterminio (II).

 

(1) "La producción de los conceptos científicos" Esther Diaz (compiladora), Art. "Darwinismo y revolución Industrial" de Marina Bertonassi.

(2) Ob.cit. Art. "El evolucionismo en la Argentina" Juan Jose Colella

(3) Ob. cit. Art. "Positivismo y ética en la Argentina" Juan Jose Colella

DEUDA PÚBLICA Y PRESUPUESTO 2012

DEUDA PÚBLICA Y PRESUPUESTO 2012

Por Héctor Giuliano

 El Proyecto de Ley de Presupuesto 2012 - que el Poder Ejecutivo acaba de remitir al Congreso y sobre el que todavía no se dispone de información completa - permite constatar, en principio, tres hechos concretos y muy importantes: 1. La Deuda Pública sigue aumentando, 2. También aumentan los pagos por Intereses, y 3. El Presupuesto cierra con Deuda.

 Vamos a desarrollar brevemente la explicación de estas tres afirmaciones,  ligadas todas al problema insoluble de la Deuda Perpetua Argentina.

 

 EL DESENDEUDAMIENTO PÚBLICO ES UNA MENTIRA

 

 El stock de Deuda del Estado Central a la última fecha informada por el Ministerio de Economía – 31.3.2011 – es de 184.400 Millones de Dólares (MD), saldo integrado siempre en pesos y en moneda extranjera.

 A esta suma habría que agregarle entre 55 y 60.000 MD más de Deuda no Registrada por conceptos de Capitalización de Intereses (4.000 MD), Indexación de Deuda en Pesos ajustada por Inflación (22.000 MD) y Unidades ligadas al PBI (32.000 MD): aproximadamente 58.000 MD.

 Durante el corriente Ejercicio 2011 - según el Presupuesto vigente - está previsto que la Deuda aumente unos 9.400 MD y que, además, el Gobierno pueda emitir avales por otros 18.000 MD de Deuda que toman Empresas del Estado, Organismos Nacionales y Fondos Fiduciarios (cuyo saldo no se computa dentro del stock de Deuda Pública del Estado Central).

 Para el año 2012, según el proyecto oficial, el aumento de la Deuda será de  11.700 MD porque el Presupuesto prevé Amortizaciones de Capital por 40.100 MD y toma de Endeudamiento Público por 51.800 MD (Refinanciación de vencimientos más Deuda Nueva). 

 El Proyecto contempla utilizar – por tercer año consecutivo – Reservas Internacionales del Banco Central (BCRA) para el pago de Deuda Externa. Lo hace a través del denominado Fondo del Desendeudamiento Argentino, creado por Decreto del PEN 298/10 y en este caso sería por 5.674 MD (durante el actual Ejercicio se están disponiendo para el mismo destino otros 7.500 MD).

 La mayor parte de estos pagos se abona ya a Acreedores Privados pero en el 2012 todo el Fondo se usará sólo para este tipo de Acreedores, lo que va contra el Artículo 6 de la Ley 23.928 de Convertibilidad del Austral, que dice que las denominadas Reservas de Libre Disponibilidad podrán utilizarse para pagar a Organismos Financieros Internacionales, no a tenedores Privados de Deuda.

 A su vez, las reservas del BCRA que se emplean para efectuar estos pagos de Deuda Externa se compraron en gran parte con Deuda, tomada a través del mecanismo de Letras y Notas del Banco: el stock de Reservas al 7.9.11 es de 49.700 MD mientras que la Deuda Cuasi-fiscal por LEBAC/NOBAC, que sirvieron para comprar esas reservas, equivale a 22.200 MD (siendo que por estos pasivos se paga una Tasa de Interés promedio del 13 %).

 Este nuevo préstamo del BCRA a la Tesorería – un crédito contra Letras intransferibles a 10 años de plazo que no tienen capacidad de repago demostrada – es independiente de los Adelantos Transitorios del Banco al Tesoro, que para el próximo año se fijan en 19.000 Millones de Pesos (M$, equivalentes a unos 4.500 MD).

 Hay que agregar a esto la autorización de avales o garantías de la Tesorería sobre deudas que serán contraídas por el Ministerio de Planificación Federal para el financiamiento de Obras de Infraestructura y Equipamiento, que se prevé otorgar en el 2012 por 27.900 MD (casi 28.000), sin que tampoco se tenga demostración de la capacidad de pago para afrontar en el futuro estas nuevas obligaciones respaldadas por el Estado Central.

 

 AUMENTA EL PAGO DE LOS INTERESES

Este año – 2011 – está previsto pagar Intereses de la Deuda Pública por unos 9.000 MD (en promedio son 25 MD por día o un millón de dólares por hora) y para el 2012 se planea pagar 10.300 MD.

En ambos casos, se trata de Intereses a Pagar: no incluyen los Intereses Devengados que se capitalizan por Anatocismo (que son del orden de los 1.300 MD por año).

Lo mismo que aconteció el año en curso con respecto al año pasado, también en el 2012 el Gasto Público por Intereses aumenta a un ritmo mayor que el Gasto Total: en este caso 24.0 % contra 18.8.

El Gasto por Intereses de la Deuda Pública – más de 10.000 MD en 2012 – según el proyecto pluri-anual del nuevo Presupuesto, crece a 13.100 MD en 2013 y a 16.900 (casi 17.000) en 2014.

Para el mismo período 2012-2014 el perfil de vencimientos por Capital es de 40.100, 43.300 y 46.200 MD respectivamente (cifras éstas que “blanquean” una información que no es coincidente con la que informa la Oficina Nacional de Crédito Público de la Secretaría de Finanzas).

 

 EL PRESUPUESTO CIERRA CON DEUDA

El Proyecto de Presupuesto 2012 prevé Recursos Totales por 506.600 M$ y Gastos Totales por 505.200 M$, esto es, un ejercicio prácticamente equilibrado, incluso con un pequeño superávit de 1.400 M$.

El Gobierno confunde comúnmente a la Opinión Pública mostrando – como lo está haciendo también este año en curso - un Superávit Fiscal Primario muy elevado – 46.300 M$ - pero ocurre que descontándole a este importe los pagos de Intereses por 45.000 M$ el Resultado Financiero queda en los 1.400 M$ citados.

El problema es que a este resultado, supuestamente equilibrado, se llega gracias a que se contempla la refinanciación de la totalidad de los vencimientos de Deuda por Capital que caen durante el Ejercicio 2012 y además – como lo hemos dicho más arriba – merced a contraer Nueva Deuda por 11.700 MD.

La mitad de esta deuda adicional correspondería al nuevo Fondo de Desendeudamiento para pago a Acreedores Privados con reservas del BCRA (5.674 MD).

Por lo tanto, el Gobierno Kirchner no tiene un leve superávit ni siquiera un verdadero equilibrio fiscal porque el Presupuesto sólo cierra con Deuda como Fuente de Financiamiento.

 

 DEUDA Y ELECCIONES DE OCTUBRE

La Administración Kirchner ya habría llegado al tope de su Deuda Intra-Estado.

Sus principales contribuyentes son la Administración de Seguridad Social (ANSES) y el Banco Central de la República Argentina (BCRA).

El 55 % del Fondo de Garantía de Sustentabilidad de la ANSES – que es el dinero de los Jubilados administrado por el Estado – está prestado a la Tesorería Nacional bajo la forma de Títulos Públicos: son casi 107.000 M$, equivalentes a unos 25.000 MD.

Paralelamente, el Tesoro le debe hoy al BCRA 42.000 MD: 31.000 MD por Títulos Públicos en cartera y 11.000 MD por Adelantos Transitorios. Es un importe tan elevado que se acerca al monto de las Reservas Internacionales (49.700 MD), suma de la cual sigue extrayendo divisas para pagar más Deuda Externa.

Este aumento extraordinario de la Deuda Intra-Sector Público no tiene capacidad de pago demostrada y está llevando al empapelamiento del propio Estado con deudas impagables, lo que agrava la disponibilidad de fondos del Sistema Previsional para sus fines específicos, que son la atención del pago a los Sectores Pasivos, y a la vez debilita la posición financiera del Banco Central, cuyas reservas están para el respaldo de la Base Monetaria y la atención de las obligaciones de corto plazo en divisas.

En la medida que esta situación interna se le agrava, el Gobierno Kirchner estaría entonces cada vez más necesitado de acelerar el cumplimiento de su llamada Hoja de Ruta – objetivo reiteradamente declarado del Ministro Boudou – consistente en llegar a un pronto arreglo con los Tenedores de Bonos que no entraron en el Megacanje Kirchner-Lavagna de 2005 (los Holdouts), formalizar el nuevo acuerdo de pagos con los países del Club de París (cuyo monto ya ha reconocido en 8.400 MD mientras que hasta ahora se computaban 6.400 MD, sin Intereses Moratorios y Punitorios) y, todo ello, para volver al Mercado Internacional de Capitales, precisamente para tomar más Deuda Externa.

La Deuda Pública, como constante de Deuda Perpetua, mantiene así su rol determinante en las Finanzas del Estado, papel que en este caso está doblemente comprometido porque la aprobación por Ley del Presupuesto 2012 no sólo confirmaría el nuevo esquema de endeudamiento público armado para el año que viene sino también convalidaría todo lo actuado y convenido en esta materia durante el corriente ejercicio, que fue fijado unilateralmente por Decreto del Poder Ejecutivo – el 2.054/10 – y no por Ley del Congreso.

La Administración Kirchner confía en que la mayoría de la partidocracia opositora con representación parlamentaria le facilite, directa o indirectamente, una rápida aprobación de este Proyecto de Presupuesto 2012.

 

 

JUBILADOS ó CONDENADOS..?

 

Para entender que significa el Sistema Jubilatorio es imprescindible conocer el significado de la palabra JUBILADO cuyo origen viene de JUBILO que quiere decir: Regocijo, gran alegría y algazara; y JUBILEO que quiere decir: Fiesta..
 
Es decir que en todas sus acepciones, las raíces de “Jubilado” parten de alegría, ºfiesta, gozo, etc. ¿ Y por qué estas alegrías ?..porque termina una etapa de la vida de trabajo, esfuerzo, deberes  y sacrificio de una persona para comenzar otra de merecido descanso, esparcimiento, alegría y gozo.
Cuando cumplimos 18 años e iniciamos la vida de trabajo, nos surgen Deberes y Obligaciones  como  la de aportar un más que importante porcentaje de nuestro salario al igual que nuestro empleador, quien está obligado a retener de nuestro salario el importe destinado al Sistema y a su vez a aportar también un porcentaje por el trabajador que emplea en su Empresa. Ese sistema se lo llama “Sistema Previsional”, que surge de la palabra Previsión, que quiere decir acción y efecto de prever, prevenir ó precaver, cálculo anticipado, pronóstico. Es decir que nosotros y el Estado estamos previendo que vamos a llegar a una etapa de la vida en la que el desgaste propio de la salud y los años no nos permitirán seguir trabajando y entonces deberemos ahorrar durante 47 años entre que comienzan nuestros Deberes (Aportes) y la edad requerida para retirarse.
Una vez analizada esta parte de la cuestión surge claramente que:
1º) el retiro jubilatorio exige 30 años de aportes mínimo y es un derecho constitucional observado en el Art. 14 Bis de la C.N.
2º) que el Haber jubilatorio es supletorio del salario promedio percibido en los últimos 10 años de trabajo.
3º) que al reemplazar el salario,  no guarda una coherente proporcionalidad entre lo aportado y lo que debiera ganar un trabajador, en el cálculo del primer Haber inicial, ya que el importe no llega a la mitad de lo que percibía.
4º) al no respetarse la Movilidad (garantía constitucional) con el tiempo el haber comienza a depreciarse condenándonos a ganar la mínima jubilatoria, alejada también de la proporcionalidad razonable que debería existir entre el haber del jubilado en la mínima y la mínima vital y móvil del trabajador activo.
5º) el no cumplimiento del Estado en esta garantía constitucional tutelada por el Art. 14 Bis de la C.N. y los Pactos Internacionales inherentes a Derechos Humanos de los ancianos, demuestran a las claras la total falta de respeto a los compromisos del Estado en tanto al cumplimiento de sus Deberes como garante de un Derecho constitucional como lo es la garantía de la Seguridad Social, Art.14 Bis “El estado garantizará la Seguridad Social que tendrá carácter de integral e irrenunciable..”
 
Y si quedase alguna duda al respecto de esta grave falencia constitucional en perjuicio de millones de ancianos, basta con observar las estadísticas propias del gobierno;  en el año 2003, el 75% de las personas Jubiladas superaban la mínima; hoy año 2011,  el 80% de los jubilados percibe la mínima mientras que sólo el 20% la supera.
 
Si a esto no se lo llama estafa, como lo llamarían ustedes? Quizás sería bueno aclararles a todos estos “chicos malos” que han tomado por asalto los fondos de la ANSeS y que nunca se les ha conocido un trabajo que, están confundiendo “jubilarse” con “jubilar”
Jubilarse:  El trabajador obtiene el premio de retirarse dejando de trabajar por haber llegado a su edad límite ó invalidarse para pasar al descanso merecido con un Haber digno que le permita vivir decorosamente con todos sus Derechos Humanos protegidos.
Jubilar:  Excluir o dejar de usar algo por viejo ó inútil.
 
Prefiero pensar que la juventud e inexperiencia los confunde y no han llegado a comprender que significa el Sistema Previsional y para qué debería servir,  como protección de la ancianidad y el por qué de  “Jubilado”; porque de pensar otra cosa no alcanzarían los epítetos para calificar tamañas atrocidades cometidas en perjuicio de la gente mayor.
 
Rubén Gioannini
  DNI 8.706.223
Movimiento Patriótico Nacional Previsional 

 

CON LA NET-BOOK NO ALCANZA

CON  LA  NET-BOOK NO ALCANZA

 Por  Hugo Esteva 

        Entiendo que para la humilde madre de un barrio pobre el hecho de que su chico traiga gratis una pequeña computadora a casa, suene a maravilla. Hasta creo legítimo que piense que conociendo un instrumento así, el hijo va a superar su nivel cultural de origen.

Hasta me parece bien que cada chico tenga una “net-book”, como en una época tenía una pizarrita, o una lapicera-fuente, o una reglita de cálculos: son instrumentos.

        De ahí a pensar –como se empeñan a hacer creer los ignorantes del Gobierno- que con eso se contribuye a mejorar la educación del país, hay un abismo cualitativo que hasta los dirigentes universitarios desconocen. Desconocen los más, mientras los otros se hacen los burros.

        No me detengo en los de peor mala fe, como los de la “Universidad” de las Madres de Plaza de Mayo, que inculcan a sus estudiantes que la historia argentina arranca en los “años de plomo”; comprensible actitud sin embargo en una asociación tan afecta a los metales. Hablo de los principales responsables de la educación en la mayor parte de los ambientes públicos y privados, donde la calidad ha dejado de ser meta y donde lo que importa es el negocio: negocio económico, negocio político o –más comúnmente en ese ámbito tan desprestigiado- pequeño negocio de falso poder.

        Tampoco hace falta llegar al pobre papel del rectorado de la Universidad de Buenos Aires, capaz de desconocer públicamente el lugar subterráneo en que ha caído lo que se suele llamar nuestra enseñanza “superior”, tanto como para despreciar las pobrísimas cifras de calificación internacional que deberían hacernos reflexionar.

        Quiero referirme, en cambio, a lo que está más allá y va a ser mucho más difícil de corregir: al abrumador desinterés de la sociedad argentina por el saber, enfermedad grave que ataca en primer término a quienes deberían ser sus docentes. No se me escapa que esta es una enfermedad que invade, por lo menos, a todo el Occidente. Pero permítaseme la miopía de señalar que uno la sufre acá.

        Lo más grave de nuestra educación es que ya a casi nadie le interesa enseñar. En el mejor de los casos quedan algunos a lo que les gusta oírse, pero nada de transmitir conocimientos y mucho menos –que de eso se trata- de inculcar el modo de adquirir esos conocimientos de manera de hacer del alumno un espíritu libre, con suficiente inquietud, capaz de ser independiente.

¿Cómo hacer para transmitir el afán de aprender? ¿Cómo hacer para despertar el aliento que lleva a querer saber más? Los pedagogos, discúlpeseme cierta generalización, se han ocupado de describir la cáscara, el continente, camuflado con palabras que constituyen una verdadera jerga pero que no definen nada trascendental. Lo importante para ellos es hacer un planteo que suene a nuevo como para seguir siendo los dueños del idioma y, con él, del producto. Pero del contenido, de la substancia, ni mención. Basta haber leído un programa de estudio, aún de la materia universitaria más específica, para haberlos leído a todos y no haber leído nada. Así de ausencias sobrenadan entre las “destrezas”, las “habilidades” y las “devoluciones” que prometen los planes, para sólo mencionar los términos que con más facilidad vienen a una mente que los rechaza con repugnancia innata.

        Lo que falta es otra cosa: saber y querer enseñarlo. Y, para eso, hace falta otra más: creer en lo que se sabe y entender el valor de transmitirlo. Tal es lo que está en duda en el mundo en que vivimos y tal en una sociedad que, le cuenten lo que le cuenten, se sabe degradada. ¿Cómo reemplazar a un juez con los jueces que hubo? ¿Cómo reemplazar a una maestra o un profesor con las maestras y los profesores que hubo? Hoy jueces, profesores y maestras son profesionales de segunda en medio de una sociedad que va perdiendo los criterios para valorarlos. Y la mayor parte de ellos ya no cree en lo que hace: la maestra no está muy segura de que valga la pena leer, el profesor no sabe si es preciso conocer la historia, y el buen juez está seguro de que no puede sino dirimir entre pequeñas cosas porque el resto lo manda la política del poder. Si siempre hubo algo de todo esto, hoy predomina. Y cuando un conjunto social no cree en lo que hace –o cree en los valores enemigos de ese conjunto y de la vida, como les pasó a los mayas-, desaparece.

        Para sintetizar, en la Argentina de hoy hay muchas maestras que no saben comer, hay  profesores secundarios que no se saben presentar ante sus alumnos, y hay profesores de cirugía que no saben operar. Las autoridades que los eligen no quieren saber nada con cambiar la esencia del sistema que ha llevado a esta situación y probablemente tampoco sabrían cómo hacerlo.

Por eso, las “net-books” no van a resolver nada. Y lo más probable es que, a pesar de que podrían emplearse como herramientas útiles, van a terminar siendo motivo de que los chicos “corten y peguen” sin leer, pensando cada vez menos. Como los maestros no saben, los chicos no pueden aprender. Y lo que los maestros no están en condiciones de enseñar, no surge espontáneamente de las computadoras que, en cambio, han de mostrado lo suficiente que son magníficos utensilios para perder el tiempo. Que pueden, además, saciar sin nutrir, como la comida chatarra.

A los gobiernos –y a este en particular- les importa un pito. Por un lado todas las hoy  “empresas” de educación, incluido el Estado, hacen sus negocios con los postgrados, estirando todo como un chicle bien arancelado. Por otro, para los políticos no hay nada mejor que un pueblo sin ideas, sin libertad de espíritu, presto a la sobre-simplificación que ellos puedan manipular. Sin o con la “net-book”. 

 

TODO TIENE PRECIO PERO NADA TIENE VALOR

TODO TIENE PRECIO PERO NADA TIENE VALOR

Por Alberto Buela

Éste puede ser el apotegma en el frontispicio de todos los mass mediaglobalizados y así podríamos saber los pacientes oyentes y televidentes a qué atenernos y no comprar todo lo que nos venden.

No hay signo más genuino de nuestro tiempo que el precio en dinero de todas las cosas, desde un humilde vaso de agua hasta los consejos espirituales para la salvación eterna de los más variados pastores y gurúes. Todo está a la venta y todo se compra. Heidegger hace más de medio siglo dictaminó que la esencia de la propaganda consistía en poner “el ser a la venta”.

Este totalitarismo comercial, y lo que es peor aún, financiero, no solo acaba de desquiciar al mundo con la estafa planetaria de los “hermanitos Lehman y Cía.”, sumiendo en graves riesgos de existencia a naciones enteras, sino que para colmo de males: es impune. Nadie dice quién se apropió de esa enorme masa de dinero, a dónde fue a parar. Y, para colmo, los que lo saben, callan.[1]

Es decir, como todo tiene su precio, aquellos que conocen a los beneficiarios de tamaño descalabro mundial, han sido comprados.

En cuanto al valor, que es lo que algunos buenamente quieren reintroducir en el mundo, ha sido desplazado de éste. El disvalor es su reemplazante en casi todos los órdenes y dominios. No al ñudo, un filósofo de la talla de Massimo Cacciari, hoy gobernador de Venecia, nos habla de la pax apparens, de que estamos viviendo un mundo aparente, de disimulo y simulacro. Hace unos días un muy buen pensador argentino Luis M. Bandieri nos habló sobre el robo de la realidad a través del discurso político y mediático, con lo cual el sujeto político por antonomasia que es el pueblo, desapreció.

Hoy los gobiernos, como administradores de los Estados, dejaron de crear trabajo para otorgar subsidios. Aquella vieja frase de Perón: “gobernar es crear trabajo”, nadie la lleva a la práctica porque para los gobiernos es más fácil, menos complicado y más expeditivo otorgar becas o subsidios, que en el fondo son simples transferencias de dinero. Y como no existe en el mundo un solo gobierno que desee pagar su deuda externa o interna sino que todos reciclan sus enormes deudas con más deuda (lo que además redunda en grandes comisiones para los actores financieros), la gran maquinaria sigue rodando. La consecuencia politológica es que los pueblos son trasformados en “gente” y los ciudadanos en “clientes”.

Espantar no nos espantamos, escandalizar tampoco, pues ya no queda casi nada de que escandalizarse. El hecho consumado es éste y no hay vuelta de hoja: todo tiene precio pero nada tiene valor.

¿Qué nos está permitido esperar?

Sabemos por experiencia histórica que los hombres se suicidan pero los pueblos no. Buscan permanecer en su ser, en su índole, en sus caracteres. En sus peores épocas de extrañamiento de sí mismos, buscan el afianzamiento en su genius loci (clima, suelo y paisaje). Las tradiciones nacionales y los planteos identitarios comunitarios.

Esto no es otra cosa que la reinstauración de valores perdidos con la búsqueda de otros nuevos.

¿Cómo lograr la reimplantación de valores en una sociedad de consumo compulsivo y masivo para la cual no existe lo inapreciable, pues todo tiene precio?

Sabemos, apelando nuevamente a la historia, que existen solo dos caminos o vías de acceso a los valores: la educación, entendida como formación, y el trabajo, entendido más como labor que como obra.

Hoy, a fuer de ser sinceros, no podemos contar con la educación formal porque está absolutamente desnaturalizada. Los ingentes esfuerzos que se vienen haciendo desde el fin de la segunda guerra mundial en el sentido de cambiar todas las pautas y normas de la educación clásica, han dado por resultado: alumnos que no estudian y maestros que no enseñan. Así la educación por el ejemplo del maestro y la autoridad fundada en el saber desaparecieron del horizonte de la educación mundial.

Descartada la educación, para qué gastar pólvora en chimangos en planes y proyectos que se reciclan a sí mismos en la no educación, sólo nos queda el trabajo como creador de valores.

Y esto lo ha visto un gran filósofo contemporáneo, el escocés Alasdair MacIntyre quien en su obra cumbre Tras la virtud (1981) señala, en una sociedad desacralizada y sin educación, al trabajo como fuente de la virtud y a ésta como origen de los conceptos valorativos y normativos. Es que el trabajo exige la incorporación regular de hábitos para realizarlos bien y eficazmente. Y esta repetición de actos termina por crear virtud, que no es otra cosa que: repetición de actos buenos, y esto genera pautas de conducta que terminan instaurando valores.

Y si vamos un poquito más lejos vamos a ver que fue el napolitano Giambattista Vico (1668-1744) quien en su tiempo ya advirtió el hecho innegable que al menos los temas de filosofía moral no pueden encontrarse sino encarnados en la realidad histórica de grupos sociales concretos, llamados comunidades.

Termina el Escocés afirmando rotundamente que: “la tradición de las virtudes (la de los valores) discrepa con ciertos rasgos centrales del orden económico moderno y en especial con su individualismo, de su afán adquisitivo y de su elevación de los “valores del mercado” al lugar social central. Ahora queda claro que conlleva también el rechazo al orden político moderno… La política moderna sea liberal, conservadora, radical o socialista ha de ser simplemente rechazada desde el punto de vista de la auténtica fidelidad a la tradición de las virtudes y los valores” (op. cit. p. 312, ed. Crítica, Barcelona, 2001).

________________________

[1] Salvo el Dr. Julio Azcurra, médico y economista, quien nos desaznó a todos sobre el tema en la Peña de la Imprenta.

CARTA DE ARTURO CIRILO LARRABURE


Cartas de lectores
Martes 8 de Septiembre de 2009 |

ARGENTINO LARRABURE
Al cumplirse 34 años del asesinato de mi padre, el coronel Argentino del Valle Larrabure, "Página 12" y Canal 7 llevaron adelante una operación de prensa destinada a negar que hubiera sido asesinado por los terroristas del ERP que lo tenían cautivo. La estrategia no es nueva. Fue difundida años atrás por el jefe de dicha organización terrorista, Mario Roberto Santucho, y desmentida por sus propias palabras, pues resulta increíble afirmar, por un lado, que "Larrabure fue tratado con toda consideración desde su detención, debiéndose su trágica determinación a que sus nervios no le ayudaron a sobrellevar el sufrimiento propio de cualquier privación de libertad"; y reconocer, por el otro, que ese hombre, al que se le imputa inestabilidad emocional, "se mantuvo hasta la muerte fiel al Ejército al que pertenecía, pese a haberlo abandonado, rechazando la oportunidad de obtener por sí mismo su libertad a cambio de un período de colaboración con nuestros talleres de fabricación de armamento". Un hombre de esa integridad y coraje, no se suicida, resiste hasta el final como lo hizo con singular heroísmo escribiendo: "Quiero morir como el quebracho, que al caer hace un ruido que es un alarido que estremece la tranquilidad del monte. Quiero morir de pie, invocando a Dios en mi familia, a la patria en mi Ejército, a mi pueblo no contaminado con ideas empapadas en la disociación y en la sangre". Lo asesinaron porque no pudieron quebrarlo, porque liberarlo los exponía a serios riesgos. Hoy cuando la farsa de los "jóvenes idealistas inocentes que querían construir un mundo más justo" se desmorona, recurren a la pluma de Carlos Del Frade intentando sustituir la historia por la "memoria". Del Frade alega que mi padre no fue ni torturado ni mal alimentado, pues "la autopsia realizada en el momento del hallazgo, dice con absoluta claridad que no hubo tortura ni asesinato… era un cadáver que presentaba indicios de buena alimentación y buen cuidado sin la menor marca de tortura o golpe alguno… el expediente judicial jamás habló de torturas... y mucho menos de asesinato". La historia pone al descubierto su cinismo y mendacidad, exhibiendo a del Frade las dramáticas fotos tomadas en la autopsia (ver:
http://cid-aa9427c00d656ade.skydrive.live.com/browse.aspx/Im%c3%a1genes%20autopsia%20Cnl Larrabure) y las conclusiones del médico legista de la Policía Federal, Horacio José Marinoni, obrantes a fs 17 a 19 y 32 del expediente judicial, que expresan: "En la región fronto-parietal, zona media, aparece una contusión de forma rectangular de medida cuatro por dos centímetros, similar a la periferia del cotillo de un martillo, presuntamente. Placas apergaminadas de cuatro cm, aproximadamente, en ambas caras internas de las rodillas, producidas, en vida, por fuerte compresión... En el cuello, surco profundo de estrangulamiento de fondo apergaminado, de recorrido horizontal levemente oblicuo, que abarca todo el perímetro, producido por torsión desde atrás, que no se observan signos de cianosis en sus extremidades inferiores, propias en caso de haber estado suspendido. En los órganos genitales, gran zona congestiva inflamatoria probablemente por pasajes prolongados de corriente eléctrica. Hay zona escarificada en el tercio superior del tórax, cara posterior, producida probablemente por la permanencia prolongada en vida en posición cubito- dorsal. En el rostro, hemicara derecha, gran zona de congestión, que abarca la región frontal de ese lado, región masteriana derecha, con gran derrame conjuntival en ojo derecho, presumiblemente provocada por acción de golpes o por choque violento con objetos duros. El cadáver presenta signos evidentes de deshidratación grave en vida por falta de líquidos y electrolitos suficientes, ratificado por una rebaja superior a los 40 kilos de su peso en oportunidad del secuestro, según resulta fichas". Como puede verse, mi padre ha respondido con su propio cuerpo a los que dudan de que fue torturado y asesinado.

Arturo Larrabure

http://www.lagaceta.com.ar/nota/343006/Opini%C3%B3n/Cartas_lectores.html