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LA VOZ NACIONALISTA

HOMENAJES

HOMENAJE A MIGUEL ÁNGEL CASTROFINI

HOMENAJE A MIGUEL ÁNGEL CASTROFINI


Argentino y Peronista


¡PRESENTE!


Asesinado por la conjura oligàrquico-marxista el 8 de marzo de 1974.
Oremos por su memoria el viernes 8 de marzoa las  18 hs.  en la Catedral Metropolitana.

Movimiento  Nueva  Argentina




CORONEL VICENTE DAMASCO: MENSAJE AL PUEBLO ARGENTINO

CORONEL VICENTE DAMASCO: MENSAJE AL PUEBLO ARGENTINO

“Somos concientes que mientras el mundo avanza con su extraordinario desarrollo científico y técnico, la República Argentina permanece estancada asemejándose cada vez más a un enfermo en terapia intensiva a la espera de la medicina milagrosa que lo salve.  Para algunos pocos la medicina está en los arreglos financieros con el Fondo Monetario Internacional.  Para nosotros, la inmensa mayoría, se trata de una deficiencia moral y ética, y de la falta de conocimientos y de un verdadero sentido de Solidaridad Social.

Es inconcebible que un País como el nuestro, con grandes recursos naturales y con un maravilloso Pueblo, sin problemas religiosos, étnicos ni raciales, se encuentre sumido en un profundo estancamiento con su potencial plenamente extranjerizado, con sus Pequeñas y Medianas Empresas en proceso de desintegración y con un índice de pobreza sin precedentes en toda nuestra historia.  Como los pocos que tienen mucho y los muchos que ya no tienen nada.  La situación se torna así realmente crítica e insoportable y se complica aún más por el hecho de que el actual gobierno parece no encontrar otra solución que la de reunir fondos para pagar una Deuda Externa que ya cuenta con sentencia de Cámara adversa, por su procedencia ilegítima.

Frente a esta realidad actual, plena de incertidumbre y de amarguras, la consigna nos señala que debemos comenzar de nuevo con el mismo fervor y la misma fe con que lo hicieron aquellos abuelos, padres y hermanos que nos precedieron en 1945 y 1973.

Somos concientes de la penetración foránea y de la lucha permanente entre las propias ansias de mantenernos independientes.  También aprendimos a conocer a quienes trabajan realmente por el País y su Pueblo, y a quienes no proceden de igual manera.  Por eso, estamos convencidos que no es tan malo el “gringo” que compra sino el “criollo” que se vende o se deja comprar. 

En consecuencia, nuestra preocupación permanente será la de mantenernos atentos y vigilantes para no ser sorprendidos por intenciones aviesas.

Los desocupados de hoy, los que seremos inexorablemente desocupados y muertos de hambre mañana y los que sin tener apremios económicos comprenden la realidad nacional, llamamos a todos: a los Peronistas, a los Radicales, Socialistas e Independientes proscriptos o no, en una palabra, a la ARGENTINA PROHIBIDA, para que puestos de pie gritemos BASTA.  La fuerza del temor es poderosa, pero la fuerza de la razón es invencible.  El Tte. Gral. Perón lo expresó muy claramente en 1955 cuando dijo: “La fuerza es el derecho de las bestias”.  Y nosotros, que formamos el gran Pueblo Argentino, decimos: “queremos vivir en paz, dentro del orden jurídico argentino; queremos trabajo, salud, educación, jubilación digna, seguridad y justicia; queremos que la persona humana sea respetada como tal y no como un número o un simple engranaje de una máquina; queremos el imperio de una verdadera JUSTICIA SOCIAL, sin exclusiones bajo ningún pretexto.

Tenemos que elegir entre la vida digna y la especulación financiera, entre el accionar con responsabilidad jurídica del gobernante y la impunidad de los gestores de intereses espúreos.

Aspiramos a contar con un gobierno que lejos de expresar palabras huecas como las que venimos escuchando desde hace 25 años, que sea un gobierno que ejerza plenamente todos los atributos del poder haciendo efectivo un Programa de Salvación Pública Nacional para que nuestra vida tenga sentido y no se desvanezca como una entropía.  

Un gobierno que tenga presente a nuestros ancianos y niños y a la verdadera esperanza del futuro, nuestra Juventud, la Juventud Argentina que hasta ahora fue olvidada y condenada a un envejecimiento prematuro y que de una vez por todas hay que brindarle la oportunidad que merece y que es imprescindible en bien de los grandes intereses nacionales.

Invocamos a Dios nuestro Señor, fuerza de todas las fuerzas y causa de todas las causas, a la Santísima Virgen María, madre de todas las madres, y a Nuestra Señora de la Reconquista, elevando nuestros sentimientos para que así sea.”


Recordando a un Verdadero Luchador de Dios y de la Patria

martes 5 de agosto de 2008

PADRE JULIO (35 AÑOS DE SU FALLECIMIENTO)

Un afecto hondo me unía al Padre Meinvielle, al Padre Julio, como le decíamos los amigos. Las distintas vicisitudes de la vida política, algunas de las cuales me llevaron a pasajero distanciamiento con la Iglesia, no alteraron jamás la amistad del alma y el respeto reverencial que sentía por este sacerdote cabal.
Su personalidad singular escapaba a todos los moldes, a todos los encasillamientos. Sería parcializar su figura gigantesca decir que era de esta o de aquella corriente política o ideológica. Con lo cual no quiero decir que no era nacionalista. Si, lo era, pero trascendía el marco estrictamente político o ideológico. El Padre Julio fue un sacerdote por encima de todas las cosas, un sacerdote íntegro, y por tanto un hombre universal, que sin perder su esencia religiosa, su inflexible defensa del dogma, era capaz de dialogar y de ser amigo de personas de las más distintas corrientes ideológica, hasta izquierdistas o liberales, algunos de los cuales lo frecuentaban, como sabemos sus amigos. Tampoco dejaba de tender la mano al pecador. Pues él, que conocía como pocas las debilidades humanas, tenía caridad cristiana con los hombres, sin dejar de ser implacable con todo cuanto fuera fuente de desviación o pecado. Y si atacaba esas fuentes lo hacía precisamente porque estaba convencido que llevaban a la destrucción de la sociedad. Ese amor por sus hermanos era tan profundo, casi obsesivo, que podía hacerlo incurrir en exageraciones.
Pero esas explosiones nunca lo hicieron caer en odios, aun con sus peores adversarios. Jamás sintió rencor por nadie.
Como consecuencia de esa faceta, no fue rígido, como se cree. Por el contrario, sabía rectificarse en sus juicios y apreciaciones, cosa que hacía frecuentemente. Y sabía reconocer sus errores, con toda humildad y altura, en una medida que no la he conocido en ningún otro mortal.
Las rectificaciones no eran sino reflejo de la realidad cambiante, pues el Padre Meinvielle, con aguda sensibilidad, sabía captar como pocos sus oscilaciones, las relaciones que los hechos tienen entre sí, y su inserción en el proceso histórico.
En este aspecto, en el conocimiento y comprensión de la dinámica histórica, de la interacción de las corrientes profundas que provocan los grandes movimientos de la historia, el Padre Meinvielle era un verdadero genio. Su capacidad de síntesis le permitía captar lo esencial de los hechos, sin las adherencias accesorias que suelen perturbar a las mentes comunes. Esa captación de lo esencial explica su formidable percepción del proceso histórico, de la unidad sustantiva de lo que él llamaba el misterio de la historia.
Eso también explica que fuera el profeta que anticipó en muchos años, en decenas de años, la realidad de nuestros días.
La inigualada capacidad de vaticinio señala otra de las facetas de la personalidad lúcida del Padre Meinvielle, que dibujó como ninguna otra de este tiempo el drama de la sociedad de consumo.
Pero no queremos terminar sin señalar uno de los perfiles que mejor explican su ejemplaridad sacerdotal. El Padre Meinvielle dedicó gran parte de su vida al pueblo humilde. El barrio de Versailles supo de su acendrada vocación social. En la construcción de la parroquia y de su querido Ateneo Popular gastó las energías de su juventud, privándose hasta de lo más elemental para volcar hasta el último recurso en esa obra monumental que hoy enorgullece a la popular barriada.
Fue, en síntesis, el Padre Meinvielle un sacerdote con vocación de servicio hacia su pueblo, un guía que quiso librarlo de los precipicios que jalonan la vida actual. Como los antiguos profetas.

JUAN G. PUIGBÓ
Extraído del Blog  Red Patriótica Argentina